El Budismo Zen es un estado de contemplación, es decir, como el camino de la experiencia personal y subjetiva para alcanzar la visión completa de la vida. Los caminos para conseguir esa experiencia íntima se consiguen a través de la meditación, la iluminación y haciendo cosas de la vida cotidiana.
Su influencia empezó en el siglo XIII. Las
escuelas zen están en la vida diaria de los japones. La cultura zen ha originado la ceremonia del té, de la caligrafía y también de las distintas artes basadas en la lucha como la esgrima o el tiro con arco.
En relación con los samurais
Los samurais y en general los guerreros japoneses (los bushi) convirtieron el zen en su religión. Pero al mismo tiempo ellos influenciaron a los monjes zen japoneses. Tanta repercusión tuvo que se llamo Osho (maestro Zen) a todo maestro de artes marciales.
En primer lugar el zen les dio disciplina y fortaleza mental para el arte de la guerra. También les dio una vida muy cercana a la que los estoicos habían construido y adoptado siglos atrás (aunque el zen era anterior al estoicismo y no conocemos si hubo influencias reciprocas). Les dio indiferencia ante la muerte o cualquier otro padecer humano. Les dio eficiencia, valor y concentración estos eran los fundamentos psíquicos del combate. Y por ultimo aprendieron a distinguir lo esencial de lo intrascendente y el harakiri.
Los samurais eran máquina de matar, en función a su código de honor (el Bushido).
El zen contribuyo a equilibrar sus emociones. Debían calmar la lógica angustia ante la muerte. Una vez ordenadas sus emociones, adquirieron velocidad mental y concentración en el combate. Los guerreros buscaban la muerte en vez de evitarla, no eran suicidas, iban a su encuentro para derrotarla. Estando ya en pelea no anhelaban otra cosa que morir gloriosamente.
Los samurais y en general los guerreros japoneses (los bushi) convirtieron el zen en su religión. Pero al mismo tiempo ellos influenciaron a los monjes zen japoneses. Tanta repercusión tuvo que se llamo Osho (maestro Zen) a todo maestro de artes marciales.
En primer lugar el zen les dio disciplina y fortaleza mental para el arte de la guerra. También les dio una vida muy cercana a la que los estoicos habían construido y adoptado siglos atrás (aunque el zen era anterior al estoicismo y no conocemos si hubo influencias reciprocas). Les dio indiferencia ante la muerte o cualquier otro padecer humano. Les dio eficiencia, valor y concentración estos eran los fundamentos psíquicos del combate. Y por ultimo aprendieron a distinguir lo esencial de lo intrascendente y el harakiri.
Los samurais eran máquina de matar, en función a su código de honor (el Bushido).
El zen contribuyo a equilibrar sus emociones. Debían calmar la lógica angustia ante la muerte. Una vez ordenadas sus emociones, adquirieron velocidad mental y concentración en el combate. Los guerreros buscaban la muerte en vez de evitarla, no eran suicidas, iban a su encuentro para derrotarla. Estando ya en pelea no anhelaban otra cosa que morir gloriosamente.
Afinidad Religiosa
Es una filosofía práctica que se aproxima mucho a la mentalidad militar. En ambos casos, las reglas o las normas que se siguen: en el zen y en el estamento militar, son simples y nada complejas, lo que puede llegar a generar, como así sucedió, una retroalimentación entre ambas.
La meditación zen exige una postura ascética y en cierta forma estoica, lo que origina discípulos o guerreros con voluntad de hierro. Además, esta postura mueve a los samurais hacia una posición positiva hacia la lucha y a no tener miedo a la muerte. La meditación proporciona al guerrero un aliciente más para acercarse a la filosofía zen.
La orden no se discute
En la casta guerrera es fundamental que se mantenga el
poder establecido y la jerarquía establecida. En este sentido, el budismo proporciona la
determinación constante de no reconsiderar las decisiones tomadas, es decir, no se
discute la decisión, tan solo se ejecuta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario